20 diciembre 2009


Muerdo lo que puedo,
escribo en bares desiertos y trenes fugaces,
algunas veces me lanzo a la yugular si es necesario
y miento, de cuando en cuando, por supervivencia.

Confieso que me hundo en el espacio liquido,
que bacilo en las alturas y me pierdo en algunos escenarios,
y me muevo en círculos, por pura inercia.

Aprendo en cada disparo,
abandono todo aquello que ya no me conmueve,
y en la guerra, me dejo puesta la piel del lobo.

Soy un rifle de asalto apuntando hacia tu frente,
un hogar clandestino,
un ataque terrorista entre las sabanas,
un cuarto oscuro lleno de esqueletos.

Se que me tienes muy presente entre tus piernas,
piénsame con tu cabeza,
y hallaras un planeta.

De la batalla no conservo cicatrices,
tan solo silbidos de balas furtivas en mi cabeza,
recuerdos de ruinas de metal y de palabras,
impactan sobre mi piel y la desbordan.

Somos un rifle de asalto apuntando hacia tu frente,
un ejercicio de arrogancia, un planeta impredecible.

Somos un grito estridente en la noche,
un viento helado desafiando.
Natalia Menéndez.

10 diciembre 2009

Final



Final de Ángel González


Entre el amor y la sombra

me debato: último yo.

Prendido de un débil sí,

sobre el abismo de un no,

me debato: último

amor.

Tira de mis pies la sombra.

Sangran mis manos,

mis dos manos asidas

al frío aire: último dolor.

Éste es mi cuerpo de ayer

sobreviviendo de hoy.

26 octubre 2009

Lágrima

A Fernando por dejarse la piel
y prestarnos las lágrimas.

El poeta que quiso ser poeta

Como cada año
el gran circo visitaba
la ciudad.

Los mas osados domadores,
habilísimos malabaristas,
las trapecistas más ágiles y bellas.

Música en la calle
para amenizar
a un público expectante.

Cerca de allí,
el poeta que quiso ser poeta
silencioso regresa a casa.

Sustentado sobre la maltrecha pierna
de apoyar la vida,
no le importó actuar sin red
ante un más que probable tropiezo.

Saca sin pudor de su puño
y letra su verdad.
El pesar de los años lluviosos,
el pasar de la infancia.

Fuera en la calle una voz
gritaba:

¡Señoras y señores pasen y vean
el mayor espectáculo del mundo!

-un secreto a voces-

Lágrimas mudas, hermosas,
puras de poeta.

Nacho