31 octubre 2010
Ojos de gato
Sus ojos amarillos dejaron una sola ranura para echar las monedas de la noche.
Oh pequeño emperador sin orbe,conquistador sin patria,mínimo tigre de salón,
nupcial sultán del cielo de las tejas eróticas,
el viento del amor en la intemperiere clamas cuando pasas y posas cuatro pies delicados
en el suelo,oliendo,desconfiandode todo lo terrestre,
porque todo es inmundo para el inmaculado pie del gato.
Oh fiera independiente de la casa, arrogante vestigio de la noche,perezoso,
gimnástico y ajeno,profundísimo gato,policía secreta de las habitaciones,
insignia de undesaparecido terciopelo,seguramente no hay enigma en tu manera,
tal vez no eres misterio,todo el mundo te sabe y perteneces al habitante menos misterioso,
tal vez todos lo creen,todos se creen dueños,propietarios, tíos de gatos, compañeros,colegas,discípulos o amigosde su gato.
Yo no.Yo no suscribo.Yo no conozco al gato.
Todo lo sé, la vida y su archipiélago,el mar y la ciudad incalculable,la botánica,
el gineceo con sus extravíos,el por y el menos de la matemática,
los embudos volcánicos del mundo,la cáscara irreal del cocodrilo,
la bondad ignorada del bombero,el atavismo azul del sacerdote,
pero no puedo descifrar un gato.
Mi razón resbaló en su indiferencia,sus ojos tienen números de oro.
Pablo Nereuda.
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2 comentarios:
Precioso rincón. Es genial que compartas algo tan mágico y maravilloso como es la poesía.
Gracias a tí por apreciarlo y por hacer lo mismo;-)
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